Blogia
orientaciones

El pánico de Nizar, un niño español atrapado en Gaza

JAVIER ESPINOSA desde Beirut
El presente texto debería estar firmado por María Velasco, una sevillana residente en Jan Yunis (Gaza), que el día 30 remitió esta carta al consulado español en Jerusalén. Una misiva tan dramática como explícita, que resume sin exagerar la tragedia que se está registrando en la franja palestina.

Casada con un palestino, Velasco se instaló en Gaza en 1996. Madre de tres hijos, uno de ellos, Maruán Velasco, llegó a ser uno de los portavoces de la policía controlada por Hamas, hasta que abandonó la franja el pasado mes de noviembre. Su madre y sus dos hermanos, Nizar (2 años) y Halima (23) están intentando escapar del mismo territorio desde hace semanas.

A continuación se reproducen varios extractos del escrito.

"Estimado cónsul: Son las 00.30 de la noche, hora a la que ha llegado la luz desde las 14.30 que la cortaron. En primer lugar, siento el malentendido publicado en el diario El Mundo [se refiere a la denuncia que realizó la misma española en dicho diario al comenzar la ofensiva israelí sobre su incapacidad para abandonar Gaza] pero aún así no debería estar triste. Nosotros somos los que tenemos toda la razón para estar tristes, puesto que nuestro país no puede hacer nada por nosotros, ni siquiera evacuarnos de Gaza. ¿Cuándo lo harán? ¿A qué esperan? ¿A qué estemos malheridos o muertos?".

El texto sigue refiriendo las quejas de la sevillana por el retraso que ha tenido que soportar su familia para salir del territorio palestino y añade: "por culpa de esta demora estamos viviendo hoy el infierno de explosiones con sus ondas expansivas por todas partes. Dos bombas acaban de caer esta tarde en Abasán [el barrio donde viven María Velasco, sus dos hijos y su marido] y ahora otras dos bombas acaban de caer mientras le escribo. Las ventanas han retumbado por las ondas expansivas y el niño (Nizar) se ha vuelto a despertar del susto. Nuevamente comienza su llanto y como él dice: "¡Lobo, lobo!". Así llama a todo lo que le da susto. En estos momentos son las 2.37 de la madrugada, instante en el que han caído las bombas, por lo que de ese tema de la posible tregua, ¡nada de nada!, señor cónsul".

La carta se remonta después al primer día de la devastadora arremetida israelí y recuerda como la propia Velasco tuvo que partir a la carrera hacia la guardería donde se encontraba Nizar para recogerlo. "Me los encontré a todos (los niños) histéricos, llorando, algunos por los suelos, otros pisoteándose entre sí, llamando a sus padres. A mi hijo me lo encontré llorando histérico porque en su vida había vivido una experiencia semejante solo. Me abrazó fuertemente con ansias de salir del lugar y entre el llano me decía: "¡Lobo, lobo!". El lobo hoy son las bombas".

"El consulado nos llamó el domingo, un día después de la masacre del sábado en Gaza, para preguntarnos si estábamos bien. ¿Bien? Usted, señor cónsul ¿qué hubiera respondido después de lo sufrido el sábado y en la situación que estamos viviendo?

  1. Imposibilidad de llevar una vida normal. Tres meses llevamos sin gas. ¿Cómo cocinamos entonces? Cuando tenemos luz. Horas de luz: Turno de mañana, cortan de las 5.30 hasta la 1.00. Turno de noche, [cortan] desde las 14.30 hasta las 00.30 de la noche [los turnos varían por días y zonas de Gaza, unas veces la luz se interrumpe desde primeras horas de la mañana y otras desde el mediodía].
  2. Ya no tenemos hora de desayuno, ni de almuerzo y cena. Todo depende ahora de las horas de luz, por lo que Nizar tiene que tomar su leche la mayoría de las veces fría. Muchas veces pasamos frío por la noche, iluminándonos con velas... Sin luz tampoco hay agua, no se puede lavar su ropa y apenas tiene nada que ponerse, por lo que está usando ropa del verano. La que le lavo a mano cuando hay agua no se secan porque hace frío y llueve. No puedo comprarle más ropa porque el dinero que nos queda es para comprar pan y alimentos porque la guerra aún no ha empezado. Aún queda lo peor. La invasión por tierra. No creo que el niño pueda soportar esta situación por mucho tiempo. Apenas come fruta. No hay lácteos. ¿Dígame como va a sobrevivir?".

Velasco describe después las carencias que enfrentan los residentes de Gaza y recuerda también que hay una pequeña minoría "en su mayoría de Hamas" –dice- que se benefician ante la "industria subterránea" establecida en la zona fronteriza de Rafa, junto a Egipto. "El pasaje subterráneo para llegar a Egipto a través de los túneles cuesta por persona 4.500 dólares", refiere.

"Mucha gente de Gaza, familias incluidas, se fueron por este método (a través de los túneles). Yo si hubiera tenido ese dinero me hubiera ido igualmente como ellos con mi hijo de 2 años al saber que España no puede hacer nada por nosotros, ni siquiera sacarnos de este infierno. En todo el mundo, en situaciones de caos y destrucción se permite a los consulados evacuar a sus súbditos. Algo que Israel no ha permitido en Gaza".

La española no cesa de arremeter contra la incapacidad de las autoridades españolas para conseguir la evacuación de su familia y concluye su texto en un tono irónico, casi mordaz. "Feliz Año y Próspero Año Nuevo 2009 le deseamos y le desea Nizar desde Gaza, a toda España, su España lo ha abandonado a su suerte. Gracias España por vuestra cooperación y ayuda. Vuestras llamadas desde el consulado español, si estamos bien, no nos consuela. Hagan algo antes de que sea tarde. España, no nos abandonen".

María Velasco y sus dos hijos no pudieron abandonar Gaza este viernes como si lo hicieron varios cientos de extranjeros. Tel Aviv había ignorado hasta esa fecha los requerimientos de las autoridades españolas.

PD: Según Maruán Velasco este sábado por la tarde su familia recibió una llamada del consulado español en la que se le comunicaba que no podrían salir ya de Gaza al negarse a ello Israel. "¿Qué piensa hacer España? ¿Dejarlos morir ahí como si no pasara nada? ¿Cómo puede ser que los rusos salieran y no una familia española? ¿Cómo puede aceptar España que Israel haga esto?", clamó indignado el joven. En Jan Yunis, el pequeño Nizar tendrá que seguir llorando y gritando: "¡Lobo, lobo!".

 

0 comentarios